top of page
Buscar

" La virtud más noble es la bondad, pero el mundo la ha convertido en una debilidad. Que equivocado está... Sin ofender a muchos...!!! "

  • Foto del escritor: letincellecurieuse
    letincellecurieuse
  • 10 jul
  • 5 Min. de lectura

La esencia de la vida humana se basa en valores fundamentales que trascienden las diferencias culturales, sociales y personales: el amor, la conexión y el autosacrificio. Es esta capacidad de crear conexiones profundas, de demostrar compasión y bondad lo que da sentido a nuestra existencia. Amabilidad, en este contexto, es una forma poderosa de encarnar esta esencia.  compartir una parte de nosotros mismos con los demás y contribuir a la armonía colectiva.


Estos valores son pilares de la felicidad humana y muchas veces se subestiman. Necesitamos ser amados, amar, dar y recibir. Estos actos crean un círculo virtuoso que enriquece nuestras vidas, haciéndonos más resilientes ante los desafíos…. Entonces, la esencia de la vida humana se encuentra en esta capacidad de ser determinados en nuestra búsqueda de significado y al mismo tiempo ser amables con aquellos que encontramos en nuestro camino. (obvio no se trata de ser bendecido si-si, y creer que todos son bellos y amables, para nada, porque algunas personas no merecen ni NUESTRO amabilidad, ni nuestra empatía…). Se basa en el equilibrio entre el amor que damos a los demás y el amor que nos damos a nosotros mismos.


ree
¡ El arte de la bondad, un intercambio precioso en un mundo que carece de humanidad !

Tomémonos un tiempo para conversar o para redescubrir valores esenciales, a menudo olvidados en el torbellino de la vida cotidiana. Hoy les ofrezco una reflexión sobre un arte perdido: la amabilidad. En una época donde todo avanza a toda velocidad, donde a menudo nos absorben nuestras propias preocupaciones, la amabilidad se convierte en un tesoro escondido, una fuerza discreta que, sin embargo, tiene el poder de transformar nuestras vidas y nuestras relaciones.


La bondad, un gesto simple pero poderoso…


Es mucho más que eso. Es un verdadero intercambio humano, una forma de interacción que enriquece tanto al que da como al que recibe. Lamentablemente, en el mundo actual, donde reinan la productividad y la eficiencia, este arte parece estar desapareciendo...


Sin embargo, la bondad no necesita de grandes gestos para existir, sino que se encarna en esos pequeños toques cotidianos, en esas sonrisas compartidas, en esas palabras de consuelo o en esos gestos de ayuda mutua que no cuestan nada, pero aportan mucho...


“ Nunca se puede hacer un acto de bondad demasiado pronto, porque nunca se sabe cuándo será demasiado tarde. " Ralph Waldo Emerson

Hacer mucho con poco significa comprender que incluso un pequeño acto puede tener un gran impacto. Ofrecer una palabra amable a alguien que está teniendo un mal día, acercarse sin pensarlo dos veces, etc. Esto nutre las interacciones humanas y crea una atmósfera de bondad.

Estos pequeños gestos a menudo se subestiman, aunque pueden transformar profundamente nuestro entorno.


 La esencia de la vida humana : Dar y Amar


La bondad es ante todo una forma de dar. Ya sea dando tiempo, atención o energía, cada acto amable es una forma de amor en acción. Dar no se mide por la cantidad o el valor material, sino por la sinceridad con la que lo hacemos.


Es una forma de recordarles a quienes nos rodean lo mucho que importan, que son vistos y escuchados. Sin embargo, al igual que con el amor, es importante dar sin perder de vista el equilibrio. La bondad es un regalo que no debe convertirse en sacrificio. Debemos aprender a dar preservandonos, a ofrecer amor y atencion sin agotarnos. Además, la bondad no consiste en ir siempre en una dirección, es decir hacia los demás, en absoluto, es una cuestión de reciprocidad. Asimismo, muchas veces olvidamos un aspecto fundamental de este arte: bondad hacia uno mismo.


La bondad hacia uno mismo : una prioridad


Cuidarse significa respetar los propios límites, saber decir no cuando sea necesario, y recuerda que también necesitamos amabilidad. Conservándonos a nosotros mismos podremos dar mejor a los demás, en todo caso a quienes lo merecen y nos respetan.


Ayudar a los demás, ser generoso, son cualidades admirables, pero no deben practicarse en detrimento de nuestro bienestar. Encontrar un equilibrio entre generosidad y autocuidado es crucial.

La bondad hacia uno mismo no es egoísta, por el contrario, es fundamental para mantener un círculo virtuoso de bienestar compartido, así como para nuestro bienestar mental y nuestra paz interior. Como suele decirse: "No se puede servir de una taza vacía". [Es cuidándonos a nosotros mismos que realmente podemos estar ahí para los demás, con toda la sinceridad y energía que eso requiere.]


A través de la bondad y el amor, otro aspecto esencial nos permite seguir avanzando en nuestras relaciones y en nuestros proyectos: la determinación. 


Determinación : una fuerza inquebrantable


Es la fuerza que nos mantiene en el camino, que nos impide rendirnos ante los obstáculos y que nos ayuda a mantenernos enfocados en nuestras metas.


En un mundo que nos exige por todos lados, a veces resulta difícil mantener el rumbo. La determinación nos ayuda a perseverar, incluso cuando el camino parece difícil. Es ella quien nos empuja a seguir siendo amables, incluso cuando sentimos que nuestra bondad no siempre es reconocida o correspondida.


La combinación de determinación y amabilidad crea una fuerza inquebrantable. Porque ser decidido no significa ser duro o insensible. Esto significa saber mantenerse fiel a sus valores, incluso cuando las circunstancias no sean fáciles. La bondad aporta dulzura y humanidad a esta perseverancia.


 Un círculo virtuoso : dar, recibir, preservarse


Al encontrar este equilibrio entre dar a los demás y preservarnos a nosotros mismos, podemos crear un círculo virtuoso de bienestar. La bondad, cuando se comprende y se practica bien, no nos agota. Al contrario, nos enriquece. Fortalece los vínculos.


Tomarse un momento para prestar un poco de atención, escuchar a alguien con empatía u ofrecer ayuda... son gestos que crean un mundo más cálido. Y cuando a nuestra vez nos concedemos estos momentos de bondad hacia nosotros mismos, fortalecemos nuestra capacidad de seguir dando sin perdernos.

El amor y la bondad no son recursos finitos, sino energías renovables. Cuanto más los cultivamos, más fuertes se vuelven. El mundo necesita esto: personas decididas a ser amables y al mismo tiempo cuidar de sí mismas.


Redescubre el arte de la bondad


En un mundo donde todo parece ir demasiado “rápido”, es fundamental recordar que tenemos el poder de hacer mucho con poco. La bondad no necesita mucho para existir, pero tiene el poder de transformar nuestras vidas y las de los demás.


Dar, amar, ser bondadoso, son actos que pueden parecer triviales, pero que, en realidad, son bases imprescindibles para crear un ambiente más armonioso y más humano, sea cual sea la relación o el ámbito de la vida.


Recordemos que la bondad comienza con nosotros mismos. Es posible ser al mismo tiempo generoso y protector de su propio bienestar. Juntos podemos hacer de este mundo un lugar más cálido.


Entonces, tomemos hoy un momento para redescubrir este arte perdido y hacer de la bondad una parte integral de nuestra vida diaria.


¡Nos vemos pronto para una nueva chispa !

La chispa curiosa


Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación

2024-La Chispa Curiosa - Todos los derechos reservados

  • Youtube

Declaración de accesibilidad

CG U

Avisos legales

política de privacidad

Política de cookies

bottom of page